La tentación de rendirse
Es verdad que uno debe de sentirse muy libre cuando no tiene nada que perder. Pero es una libertad que cuesta demasiado, una ligereza de equipaje muy poco envidiable, semejante a la del muerto en el cementerio.
Vivir conlleva siempre un riesgo, un reto y un dolor. Imposible vivir una vida digna de tal nombre sin aceptar de entrada esos ingredientes.
Si, es cierto: a menudo sientes que se agita dentro de ti el pequeño gusano de la rendición. Es tentador rendirse, fracasar de entrada y sin luchar, antes de que te fracasen los demás. Pero es una elección bastante estúpida Porque el único fracaso irremediable y verdadero es no vivir, y porque el miedo al dolor es siempre peor que el dolor mismo.
<< Home